Aunque no tengo tiempo para nada, algunas compis me animaron, decidí sacar horas de donde no hay y me apunté.
Entonces, empezó la difícil tarea de diseñar la tarta. Pensé en mi empresa, que tiene sedes en varios países y decidí modelar un globo terráqueo con los continentes y ponerle unos auriculares de teleoperador, símbolo de call center y atención al cliente.
La tarta, un bizcocho de natillas relleno de buttercream de chocolate blanco y regado con almíbar de vainilla, estaba cubierta con fondant en el color corporativo de la empresa y las letras en blanco.
Mi tarta resultó premiada y me concedieron este diploma que guardo con mucho cariño. Lo comparto con todos vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario